Y así llegamos al "Día de las Infancias"

 

Un nuevo logo para la Defensoría

Con casi la duplicación del presupuesto establecido antes de su nominación, la primer Defensoría Nacional de Niñez y Adolescencia del país ya tiene su logo oficial y con ello buscará levantar una imagen que, para quienes venimos siguiendo de cerca los aconteceres institucionales en este tema, parece una tarea bastante difícil con el liderazgo que se ha elegido...

A su vez, la presidencia de la comisión bicameral encargada de seguir la gestión de esta dependencia (recordemos su sesgo hegemónico desde su constitución, tres presidencias atrás) también realiza su presentación formal a la base de datos que registra el congreso de todos los interesados en la temática infancia en la República Argentina. Notorio es que no se haya utilizado para una presentación formal de esta nueva bicameral, como así también la primera presentación de la terna de abogados ante la misma, cosa que enriquecería la visión de la infancia nacional y el enorme desafío por imponer una visión que una gran mayoría no comparte en lo que respecta a las políticas de infancia.

Una nueva bicameral, viejas tretas políticas

Desde que se designó la primer comisión bicameral denunciamos el "lobby positivo" que dio su origen y con ello retrasamos un concurso que buscó del alguna manera maquillar de transparente un acuerdo entre legisladores a los que poco les importa mejorar la situación de la infancia persiguiendo su perpetuación en el poder. "Sellos de goma" y personalidades políticas de la institucionalidad buscaban dar una marco de seriedad a un concurso fuertemente cuestionado donde en ninguna oportunidad hubo un debate entre sus concursantes, siendo un monólogo de quienes fueron seleccionados para seleccionar.

Así, a los atropellos, el caballo del comisario se tomó su tiempo para comenzar su carrera que, gracias a nuestro arenga, comenzó a trotar recorriendo una pista conocida desde el milenio pasado, con hinchada conocida y paga, y con un suplemento dietario extra de conocidos para continuar una política conocida por sus resultados. Era de esperar que en alguna curva se encontrara en los estrados de la hinchada con algunos que el dinero no puede comprar, y ese tiempo llegó a horas del festejo del "Día de las Infancias", nueva acepción para el ex "Día del Niño" buscando reflejar en lo discursivo una época en la que la misma institucionalidad buscará acomodarse como los hizo en la transición del patronato.

Pero esta crisis tiene un nuevo protagonista: el empoderamiento ciudadano en la red y su difícil manejo para viejas jugadas realizadas por senectas personas. Una crisis de representatividad que, en lo personal se asemeja a lo que le ha pasado a la realeza española, deja al descubierto que los viejos métodos en materia de comunicación se encuentran frágiles ante la presentación de denuncias civiles por parte de una ciudadanía que ha logrado tener una base de credibilidad basada en sus antecedentes.

Y así llegamos a la primer denuncia formal que le realizan a la Defensora Nacional de los Derechos del Niño de la República Argentina a los pocos días de comenzar a trabajar en uan cuarentena que seguro la consultora contratada y sus aduladores le habían sugerido que se podía manejar todo vía zoom...

La primer denuncia a la Defensora a poco de asumir

Una Defensoría que se asemeja a la gestión del confinamiento civil impuesto por el gobierno: un modelo de gestión desde lo comunicativo y discursivo que no refleja una realidad a la cual la ciudadanía ha perdido el miedo exigiendo un liderazgo creíble.

La pandemia ha expuesto a la clase dirigencial de una manera tal en donde sus competencias desarrolladas en otros contextos y coyunturas habían resultado victoriosas y ahora, al mostrarlos más humanos, nos damos cuenta que esas competencias son obsoletas. En una crisis sin precedentes en la historia de la infancia Argentina repetir viejos modelso de gestión es un grave error y las consecuencias están a la vista.

¿Tendremos tiempo de revertir el error congresista al que nos sometió la viveza criolla política de nuestros congresistas?