Nuestra historia que quedará en la academia

 Ayer, en el día de conmemoración de los 199 años de la UBA, recibimos un correo para autorizar nuestra ponencia realizada para el Congreso Internacional realizado por la facultad de Derecho durante Mayo pasado.

Que nuestra historia de incidencia por la designación del primer Defensor de los Derechos del Niño en la República Argentina sea publicada en el ámbito académico es un galardón de enorme significado en lo personal, ya que  fueron años de sacrificio buscando comprender una estructura de poder que fue mutando desde la época del patronato para luego mantenerse inalterado hasta nuestro tiempo, y con ello consolidar una connivencia implícita de los actores de predominancia que han dejado a la infancia sometida a sus caprichos de salón...

Historias de cuarentena e incidencia

Una cuarentena en la que no dejamos de insistir por una dependencia acorde a las circunstancias de estos tiempos. Es imperante establecer objetivos para trabajar en una crisis que afecta en demasía el futuro de las próximas generaciones y, por lo observado en este tiempo por la terna de abogados seleccionados por una Comisión que ha demostrado la clase de comunicación que estableció con todos los concursantes, con una comunidad sectaria no es posible aportar ideas propias de la experiencia en terreno y sufrimos las consecuencias de este hermetismo.

Pedido a la Defensoría Nacional de Niñez y Adolescencia

El Foro por los Derechos de la Niñez solicita intervención a una flamante Defensoría y esperamos una pronta respuesta. En este foro de quince años de antigüedad hace catorce años realizamos algún aporte formando parte del mismo y se puede ver aquí , momento en que al actual ministro de Desarrollo era Ministro provincial y autoridad de aplicación en Buenos Aires, estaba el mismo secretario de Niñez y Adolescencia Nacional y la actual Defensora de los Derechos del Niño era funcionaria. Toda una estructura que vuelve a repetirse en la que puede verse desde cuando pedíamos políticas de infancia y su respuesta institucional. Acciones que me llevaron a la indigencia perdiendo mi capital por creer en una ley de la que poco se ha avanzado.

Los días pasan y la infancia va quedando atrás... esa infancia desatendida en las que las secuelas de inseguridad actuales son productos de esa desidia pasada. Personas perpetuadas en espacios de incidencia que han demostrado durante su gestión el compromiso e interés en escuchar los reclamos sociales por una ley de la que poco representan.

No por nada el puntaje de los antecedentes personales de los concursantes valían un 10% de la puntuación general midiendo con ello el interés del compromiso personal en la historia de la entrada en vigencia plena de la ley nacional 26061.

Esperemos que esta vez no se tarden el mismo tiempo en responder las solicitudes de quienes estamos interesados en una institucionalidad que trabaje con la seriedad y la premura que estos tiempos ameritan...

¿Lo harán en esta ocasión?