Un Estado cooptado por militantes partidarios

¿Política de cuerpos y hegemonía?

Las reuniones virtuales en la actualidad dan para todos los gustos. Y las instituciones gubernamentales vieron un nicho para adoctrinar a ciudadanos esperanzados en que los políticos quieren el bien común conociendo en todos estos años acciones.que, a criterio personal, distan de ser esperanzadoras. Que me exprese de esta forma es porque veo a agrupaciones tomar departamentos estatales como otrora se hacía en los centros de estudiantes con las áreas donde la idea era manejar aquella en la que se tenía acceso a "la caja". Lejos estamos de una representatividad que involucre a la totalidad de los argentinos, y cada dependencia tomada tira para su lado, sin importar quien sea el dirigente superior.

El ser humano es un ser social por naturaleza, es decir, tiene tendencia a asociarse con otro ser humano para poder desarrollarse. Y la comunicación, su medio por excelencia para construir lazos de convivencia, es su manera de persuadir a compartir un pensamiento con alguna finalidad.

Que el INADI (Instituto Nacional contra la discriminación, la Xenofobia y el Racismo) permita que una charla nacional comience con una señora mostrando su simpatía de pensamiento xenófoba es un tema alarmante como mensaje para la sociedad que no se puede dejar de lado en el campo de los Derechos Humanos:

Comenzamos discriminando

En lo personal aprendí como instructor de Yoga el poder de la simbología y esta imagen da para un paper acerca de cómo llegamos a este presente político, su ensañamiento que llega con sabor a revancha y un dejo de soberbia pensando que son la voz de un pueblo construido en su imaginación y que aman este tipo de acciones.

Un organismo nacional con este tipo de "sugerencias comunicacionales" deja mucho que desear y como ciudadano pensaría varias veces en confiar de una imparcialidad manifiesta en tomar algún caso de discriminación si los primeros que discriminan son ellos. Lo mismo sucede con la Defensoría Nacional de Niñez y Adolescencia, tomada por otra agrupación con mas mismas inclinaciones discursivas de sectarismo.

Un Estado fuertemente sesgado buscando cooptar simpatizantes deja al ciudadano apartidario como rehén de su sistema.  Esta metodología de gobierno con la cuarentena es más notoria y como defensor de los Derechos Humanos nos vemos en la obligación de alertar que esta forma de gobierno no es imparcial para la inclusión social.

Es por ello que tomamos la decisión de manifestar en escenarios internacionales esta clase de arbitrariedades que no hacen bien al desarrollo comunitario y social inclusivo. Creemos fuertemente que este tipo de acciones no conducen a un óptimo desarrollo social y no hacen otra cosa que someter con clara desventaja de poder sectores postergados con crecientes necesidades.

No somos libres sin derechos y mucho menos si quienes dicen descenderlo tienen sesgo. En un país donde las tensiones ideológicas han dividido una ciudadanía donde se somete a personas desesperadas a elegir entre dos opciones no hacen otra cosa que inducirlos a una encrucijada que, ante la falta de un liderazgo que pueda comunicar uan estrategia inclusiva para toda la ciudadanía, nos sumerge en otra crisis  más profunda que como argentinos necesitamos reflexionar...