En el año de la creación de la Defensoría de Niñez Argentina...

A tomarlo con humor...

Una política provincial de infancia que se traslada a nivel nacional 

Así como los diputados son los representantes de la ciudadanía, los Senadores son los representantes de las provincias y sus intereses en particular. En la cantidad de años transitando por dependencias que son manejadas por funcionarios políticos pudimos conocer la contradicción de "órdenes" entre lo que menciona la legislación y su aplicación en territorio como consecuencia de un método de utilización del poder hacia la población. Este panorama se ve agravado cuando conocemos que autoridades "aguas arriba" conocen la problemática pero prefieren no intervenir como consecuencia del problema político en el que se incurre. Sí, el problema es PARA LOS POLÍTICOS, ya que para resolver el mismo se tiene que acomodar otro marco de gestión y para ello lo que en la jerga política se menciona: "van rodar cabezas..." pero de vez en cuando alguna muerte trasciende a la opinión pública, roza el escándalo y manifiesta una estructura de poder ancestral con vicios en su accionar que sacuden el estatus quo de la casta política.

Sabemos que los políticos en nuestro país están más que acostumbrados a las crisis y han desarrollando mecanismos y acuerdos que los salvaguardan de las acciones por una mejor gestión. Y que para ello involucran a otros políticos internacionales que, continuando con la lógica de "no inmiscuirse" en asuntos internos, hacen vista gorda al maquillaje oficial del momento...

El caso Érica representa todo un paradigma que coincide con el año de la creación de la primer Defensoría Nacional de Niñez y Adolescencia en la República Argentina. Un paradigma que refleja la desidia del Estado expuesta en su máxima expresión:  una política acomodaticia y una representación para una bicameral de la cual dejamos muchos registros de su accionar llegando a una conclusión que es toda una expresión actual del momento en que vivimos...

Las muertes de Sheila en mi barrio y la de Érica en la provincia de la que provino mi madre me tocaron de manera personal y representaron en mi caso la impotencia de poder marcar un cambio de paradigma de la situación en la infancia a nivel nacional. Situaciones que se dieron en un marco institucional que cerraba puertas a la participación y comenzaba una repetida era de gestión en infancia y, ante esa impotencia, reflexionar sobre mi rol y la manera de reinventarme para hacer manifiesta la disconformidad de parte de una sociedad que no ha conocido la trastienda de un concurso polémico con ribetes conspiranoicos...

¿Nuestra última carta? Una presentación en las ligas planetarias

Terminado el proceso de selección de los representantes encargados de velar por los derechos de infancia en el país sentí bronca. Bronca por no tener la oportunidad de verles la cara en un debate sobre las políticas aplicadas hasta el momento y de idear una forma de esquivar qué clase de estrategias iban a utilizarse para revertir uan realidad de la que forman parte. No me dieron la oportunidad de manifestar años de desidia estatal en una República Argentina en la que el adultocentrismo y la ideología de género han ganado la representación de los "sin voz"...

Y con este historial de registro llegamos a las Naciones Unidas en un contexto en que la humanidad cuestiona nuestro modelo de cohesión social, en que una pandemia aceleró un proceso de deterioro representativo que parece no poder ocultarse más. Si bien con anterioridad traspasamos fronteras manifestando la situación de la infancia argentina, en ésta ocasión creo que es la última, ya que Dios y la Patria no han podido demandar la promesa de un juramento que ya queda en el simbolismo cínico, y las instancias de reclamar una gestión superadora en materia de derechos de infancia han encontrado límite.

¿Qué pasará luego? ¿Me retiraré ante mi experiencia de haber vivido sin derechos de infancia de niño y de adulto conocer que quienes decían cuidarnos nos vienen con otro cuentito para continuar en el poder? No lo sé, en tiempos en que la incertidumbre planetaria invade a todos los seres humanos no escapo a esa invasión, donde la única esperanza hoy para revertir esta situación se encuentra en políticas multinacionales donde el terror a la muerte nos ha demostrado que las decisiones particulares afectan de sobremanera a la comunidad global...