Sunday, July 16, 2017

Infancia y Religión

En la UCA Puerto Madero

La presentación del Barómetro de la Deuda Social en Infancia ya se ha convertido en un clásico para consulta y referencia sobre los indicadores que registran las fluctuaciones del desarrollo en torno a la infancia.

En esta oportunidad, la presentación se hace en tiempos de designación del Defensor de los Derechos del Niño, situación mencionada por el moderador de las críticas al libro donde no hubo espacio para preguntas del público, dejando la sensación de una concurrencia pasiva que otorgaba una fe hacia los expositores y su presentación, donde lamentablemente nos quedamos con las ganas de conocer las opiniones de ciertos representantes políticos como Binner y Manes quienes asistieron a este evento... 

Material entregado a los presentes


Entre las palabras de la autora del libro en su exposición, la reiteración de  "derechos" hacía de su discurso un direccionamiento hacia un escenario que no sé si todos los presentes podían percatarse, donde ya el hashtag "Infancia en Deuda" nos podía indicar algún acuerdo (recordemos que este colectivo de organizaciones apoya a una señora que lleva casi treinta años en ejercicio de la dirección de un Comité que estuvo peleado mucho tiempo con la Iglesia) de no confrontación en ciertas áreas sensibles que últimamente ya han destacado los medios sobre vulneraciones de los derechos de infancia.


¿Un acuerdo implícito?

Mientras este evento iba desarrollándose, otro que organizaba una institución que logró colocar en el ámbito nacional al director de los centros de primera infancia, se estaba desarrollando en otra universidad católica, presentando a un profesor universitario israelí quién disertaría sobre el cómo se maneja a la pobreza desde lo discursivo.

Mientras tanto en la USAL...

Aspectos de una situación de la que podemos emitir toda clase de opiniones ante una realidad que necesita acción, ya que lo buscamos comprender son vidas en condiciones de supervivencia condicionadas por su entorno, en la que durante este milenio no se elaborado una estrategia de abordaje que logre al menos dilucidar lo urgente de lo importante.

Tenemos las herramientas necesarias para comenzar a encarar una problemática, en la que nos centramos en identificar la ideología del emisor dejando de lado la situación que comenta. Tenemos una ley que nos habilita como ciudadanos a tener responsabilidad civil ante las vulneraciones de infancia, la que poco a poco vamos advirtiendo en nuestro estudio jurídico, en el que se aproximan diferentes casos manifestando su derrotero hasta llegar a nosotros.

He dejado atrás mi accionar como AT e interceder entre los casos de discapacidad y los derechos de los pacientes ante las obras sociales, como otro de los pasos en la experiencia para ejercer con conocimiento de causa la Defensoría de Niñez y Adolescencia (he sido operador terapéutico en un centro con chicos institucionalizados, he adoptado una medida de abrigo civil ante chicos en extremas condiciones de vulnerabilidad mientras el Estado permanecía indiferente, he accionado el sistema legal provincial de Buenos Aires pidiendo asistencia de la Autoridad de Aplicación provincial, he accionado mecanismos legales presentando casos al Ministerio de Interior, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y Jefatura de Gabinete de Ministros, he presentado mi casos ante organismos internacionales, entre otras acciones desarrolladas durante estos años en este sitio), para dar lugar a otro campo como es el judicial ejerciendo como procurador y conocer los mecanismos de acción para exigir el goce de derecho del niño.

Aconteceres que pueden pasar desapercibidos para una mayoría que no conoce las internas de una institucionalidad, que a lo largo de estos años se ha ido consolidando como un núcleo cerrado de organizaciones casi gubernamentales, fusionados con funcionarios y políticos que han desarrollado una estrategia en su accionar mostrando cambios de roles y discursos en los cuales no se toca el trasfondo, siendo las consecuencias las mostradas por los indicadores que nos muestran la necesidad de establecer profundas reformas impulsadas por un liderazgo apartidario con sólida experiencia en diversos campos.

Esta es la alternativa que venimos presentando a lo largo de todo este tiempo, no buscando confrontar ni excluir a quienes hacen lo mejor se sí dentro de un entorno que dificulta la visión panorámica, producto de tantos años estar en un campo donde las alternancias son dificultosas y quienes han querido participar han perdido el interés producto de el cansancio que implica ser tenidos en cuenta en un ámbito como el presentado.

Somos quienes queremos hacernos cargo de no partidirizar una nueva institución haciendo cumplir la ley, y para ello nos estuvimos capacitando en numerosos campos para tener la más amplia visión de cómo tratar a la niñez y adolescencia. El futuro de los chicos recae en la voluntad de diez personas que no han tenido la oportunidad de conocer todos los vericuetos fuera de palacio legislativo, y esta decisión esperamos que no esté en manos de jefes de cámara que por cuidar intereses ajenos a los de los  chicos decidan replicar el mismo sistema con una nueva institución.

Ahora como procurador las noticias en este sitio tendrán otra mirada la que estoy aprendiendo. En la mitad de mi década de incidencia por los derechos de infancia...



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