Sobre futuros escenarios

Ideando el futuro

En esta semana me invitaron a formar parte de una comunidad virtual donde se presentan los desafíos por los que está atravesando el capitalismo actual, donde la tecnología juega un rol central, y como éstos comienzan a llamar la atención a los analistas, buscando la manera de conducir estas tendencias incipientes pero de gran velocidad de crecimiento.

La comunidad mencionada es Argentina2050 donde usted también puede participar querido lector, La participatividad hace plantearnos pensamientos que tal vez no teníamos en cuenta, conocer ideas innovadoras y disparadoras de nuevas visiones, una comunidad que comparte el conocimiento y favorece herramientas para su divulgación.

Una idea que queremos transmitir a la primer Defensoría de infancia del país, incluyendo a aquellos interesados en la infancia, de quienes podemos aprender tanto y llegando a aquellos rincones mas incomunicados haciéndoles conocer sobre la existencia de un Estado que quiere corregir sus políticas con este sector de la sociedad al menos.

A doce años de la promulgación de la ley 26061 y con la reciente conformación de la bicameral se renueva al esperanza de avanzar con nuevos actores hacia una comunidad mas inclusiva. A comienzos de milenio las calles argentinas gritaban "que se vayan todos", pero la casta política, que conoce de tiempos y oportunismos, ofreció una alternativa para frenar al bronca social y mantener el estatus quo, teniendo sus consecuencias en el presente...

Un Mayo que comienza con alternativas de seguir participando, creciendo más y aprendiendo más. Evolucionando. Y como aquel primer post donde ofrecía mis servicios al país buscando devolver lo mucho que me dio, renuevo mis votos de ofrecimiento a largo plazo, ya con once años de aprendizaje continuo de una institucionalidad con su vicios seculares buscando la manera de que cambien las palabras pero que en el fondo continúa siendo lo mismo que venimos presenciando hasta la actualidad.

El futuro de los derechos de infancia recae en diez voluntades que hasta el momento conocen poco de la historia de los mismos en nuestro país, conociendo lo que le informa el principal interlocutor, un juglar con su mandolína, quién adiestró al político desde que entró a su banca a su música y sus cuentos de poder y lucha. Pero hay otra historia, la de los arrabales y su pueblo, que no conoce las historias de palacio y desconfía de la bondad de sus moradores, producto de una constante desilusión que nos condujo a que casi la mitad de los niños de nuestro país estén sumergido en la pobreza, un escenario que necesita de fondo, buscando no correr al juglar, sino que aprenda que hay otras notas y melodías...

Así comenzamos el quinto mes del onceavo año de incidencia por los derechos de infancia.