Las nuevas representatividades

Una historia de perseverancia: Jack Ma

Una historia de perseverancia

Es notoria la cantidad de noticias sobre casos que surgen en poco tiempo como revolución de un sistema que no había con anterioridad. Hoy en día hablamos de e-commerce como algo que es cotidiano y años antes no teníamos idea de qué se trataba. La semana pasada visitó la Argentina el empresario chino Jack Ma, un exponente de estos saltos, producto del cambio de paradigma que refleja una cultura de éxito gracias a una serie de factores personales en donde se destaca el principal su continua perseverancia.

Otro caso representativo es del electo presidente de Francia, un candidato que con ínfimas probabilidades continuó su marcha con la idea de un política diferenciadora (como una especie de tercer posición, algo que suena conocido por esta tierras) donde la ciudadanía francesa le otorgó su voto de confianza conociendo las frustradas experiencias de los paridos tradicionales y su candidatos.

Francia: una revolución representativa

Tiempos que cambian con la emergencia de nuevos personajes que supieron soportar las tormentas de gigantes consolidados con gran poder económico y de negociación, pero que ya no convencen al público con sus promesas de mejorar lo establecido, producto de resultados repetitivos luego de haber ocupado el poder.

Ahora ... ¿ cómo acoplar estas historias con la de la institucionalidad argentina abocada a la infancia?

Lo que he podido evidenciar a lo largo de estos años de incidencia por la designación del defensor de los derechos del niño es una cultura establecida a lo largo del tiempo en la que todos los actores han llegado a un "punto de equilibrio" (denominación establecida por la Teoría de Juegos en la que se menciona un "acomodamiento" de cualquier puja donde ninguno de los participantes busca obtener mayor poder que el otro y en la que todos los integrantes se encuentran conformes), en el cual ya no se busca la innovación, sino la armonía de todos los participantes manifestando cambios mediante sus equipos de comunicación encargados de "maquillar"  estos saltos evolutivos en los cuales las políticas de fondo continúan siendo las mismas.

Schumpeter en su libro "La Teoría del desenvolvimiento" habla de la "destrucción creativa" donde menciona un ejemplo de un colectivo lleno, en el cual el "actor disruptivo" para entrar tiene que empujar, desplazando a otros integrantes a salir por la puerta trasera, produciéndose un nuevo acomodamiento donde el efecto innovador produce infiere a los participantes a asimilar en sus organizaciones al mismo y durante este tiempo se produce un nuevo aprendizaje producto de un nuevo ciclo.

Nuevas representatividades que son reflejo de un fin de ciclo, donde se presenta una evolución innovadora en distintas temáticas producto de la emergencia estos nuevos actores que, ante la necesidad de no formar parte del conglomerado establecido, cuestionaron los pensamientos reinantes  con instrumentos disruptivos ayudados por las nuevas tecnologías y con el apoyo de una sociedad que cuestiona todo lo hecho hasta el momento, dándoles oportunidad y ver sus efectos...