Trascendiendo fronteras

Coordinando una comisión en Palacio Legislativo de Uruguay

Ya es público el escándalo producido por la selección de la bicameral argentina encargada de la selección del primer defensor de los derechos del niño, permitiendo una continuidad de funcionarios que conocemos su manera de trabajo, augurando la perpetuación de las condiciones actuales en la que se encuentra la infancia argentina.

Los que hemos participado del concurso organizado por estas señoras nos vimos desplazados haciéndonos saber que no pertenecemos a la casta política, y es así que la estrategia de incidencia por este año electoral de mi parte fue la de hacer conocer al mundo la idiosincrasia de nuestros representantes: ya nos presentamos en un curso virtual de Harvard y por estos días nos estuvimos presentando en el Palacio Legislativo de la República Oriental del Uruguay. Este escenario no es tomado de apuro, ya que consideramos oportuno la elección de la presidencia del Comité de los Derechos del Niño a cargo de un uruguayo: Luis Pedernera como un incentivo a presentarnos en este país, dando con ello una muestra de incidencia internacional de la problemática argentina y con ella también demostrar nuestro compromiso por los derechos de infancia sin percibir ningún ingreso por parte del Estado y en condiciones como las que se encuentra más de la mitad de la infancia de nuestro país.

Mi presentación sobre infancia argentina en Uruguay

Es de considerar la coyuntura política de la Argentina para comprender la magnitud de la crisis de representatividad por la que estamos atravesando. La fragmentación de personalismos en alianzas de poder es reflejo de a lo que hemos llegado donde poco se tiene en cuenta una estrategia de abordaje buscando un consenso sino mas bien un "juego de suma cero" donde el propósito es someter al otro. Este hábito dirigencial no escapa al que ha adoptado la bicameral por el Defensor de los Derechos del Niño, donde una organización que ha acaparado en los últimos tiempos un poder sin precedentes busca imponer una metodología de acción que ya ha demostrado cómo tiene en cuenta a la infancia y su sesgo partidario-político.

Y mientras el reloj corre aumentando las probabilidades de que la primera acción de esta bicameral quede en el olvido y tenga que hacerse todo de nuevo, nosotros vamos dejando registro, como desde casi el comienzo de la ley nacional 26061, de las adversidades por las que atraviesa una ley que les interesa a pocos y que pocos tienen antecedentes de su incidencia por hacerla cumplir...

Parte de nuestra presentación internacional

Una experiencia gratificante poder haber trabajado para un proyecto de ley, y mucho más gratificante fue hacerlo en otro país. Una de las atribuciones que tiene el Defensor Nacional de los Derechos del Niño es poder tener injerencia en la temática legislativa y esta oportunidad internacional de ahora en más forma parte de mi amplia experiencia en materia de derechos de infancia, reforzando una serie de características singulares de incidencia hacia una figura que considero de vital importancia para el desarrollo de nuestro país.

Necesitamos una institución independiente con una clara muestra de esta característica que logre incluir a aquellos sectores que a lo largo de estos años han sido excluidos, necesitamos un liderazgo empático con la infancia que cuente con experiencia del trato directo hacia la misma y no de manera indirecta a través de notas y cabildeos mediáticos.

Muchas vidas ya han sido condicionadas por este letargo dirigencial y organizacional que se ha consolidado en el poder, y es menester poder brindar a la sociedad una muestra de superación en la creación de la primer Defensoría de Niñez y Adolescencia de la República Argentina.