Experiencia de campo

Como asistente de personas con discapacidad

No soy de estar encerrado esperando el turno de mi palabra sabiendo que las mismas serán jueguito para la tribuna, más sabiendo que la cuestión se cocina en recintos mas selectos donde la casta política pone sus intereses sobre la mesa, en los cuales muy pocas veces son los del bien común.Si bien no fui invitado para las jornadas donde se debate un proyecto de régimen penal juvenil ya que podría indicar aspectos de un sistema que a algunos les interesa que se perpetúe y otros buscan cambiarlo para poder tener poder sobre el mismo. Es que nosotros no pertenecemos a la casta política ya que elegimos estar en contacto las propias circunstancias de la realidad, en tiempo y espacio, como en el golf.

Es golf es una actividad que me ha ido acompañando a lo largo de mi carrera como acompañante terapéutico. Conjuntamente con el yoga me han ayudado a hacer frente a terrenos profundamente adversos donde la complejidad particular de cada caso en tiempo y lugar ha sido un desafío que no se puede trasladar como receta para la próxima adversidad, sino que nos ha servido como una etapa de apertura hacia nuevos horizontes donde buscas ampliar la probabilidad de éxito, pero todo ello puede cambiar de un momento a otro. 

Es algo parecido a la carrera por ser el primer defensor de los derechos del niño de la República Argentina: casi desde la promulgación de la ley nacional 26061 trabajando para su designación controlando factores externos en cada ocasión para incidir por los derechos del niño y su nuevo paradigma, los cuales ni tienes injerencia pero que has logrado controlar para ser el protagonista de aquel acontecimiento. Desde haber sido el principal interlocutor del Congreso Mundial sobre Infancia en el país en una red social, haber sido bloqueado por una ministro nacional para no debatir sobre la problemática de la infancia sin intercambiar un sólo tuit, hasta ser prolijamente desplazado por una bicameral que no sabía lo que quería pero sí a lo que se quería escapar...

En este año estoy trabajando como voluntario asistiendo a la practica del golf a personas con discapacidad. Desde que se conformó la bicameral vengo realizando actividades ajenas a los derechos de infancia entrenando distintos escenarios: realicé el primer flashmob de yoga del país y coordiné la primer cumbre de instituciones de mujeres en el país en años anteriores, actividades que me enseñaron manejar expectativas diversas e intereses particulares, y con ellos llegar a un puerto común. Hay una frase que dice que si quieres a aprender tienes que enseñar, actividad que necesita ser claro en la transmisión del conocimiento, donde tienes que predicar con el ejemplo y lograr el gran desafío de poder ver los resultados en tu alumno o en la acción objetivo.

Este año al haber sido desplazado por las legisladoras encargadas de elegir la primera dependencia nacional encargada de velar pro los derechos de infancia creí estar conforme que será algo superador pero la realidad me demuestra lo contrario: en primer lugar ninguno de los seleccionados parece tener el perfil necesario para esta época tecnológica, en segundo lugar nadie de los seleccionados parece tener la personalidad que requiere reclamar por los derechos de infancia en un contexto como el actual, y en tercer lugar  ninguno de los seleccionados cuenta con experiencia personal de campo que reafirme el ejercicio de derecho de un infante.

Ante tal carencia de liderazgo para el puesto podemos evidenciar que este proceso de selección va a mal puerto. Los títulos y distinciones de un pasado institucional entre los seleccionados sólo reafirman la continuidad del actual proceso institucional, replicando un accionar que nos llevó a que más de la mitad de la infancia nacional se encuentre bajo la línea de pobreza, en donde no hay un protagonista que logre expresar su disconformidad en todo este proceso de transición además de quien escribe, reflejando que desde adentro se calla lo que afuera se grita...

Quiero hacerme cargo de la crisis en infancia y cuento con la experiencia de tormenta necesaria con registros que pueden verse en mi accionar, en mi hablar, en mi proceder y en mis cicatrices defendiendo los derechos de infancia.

No dejemos pasar una oportunidad histórica por favor...