Una Defensoría PACATA

Años de buscar una Defensoría independiente

Hay mensajes que recuerdan tus pasos en un desierto en el cual puedes evocar aquella inspiración que te motivó a perseguir un ideal que no estaba en otra persona. Y el reconocimiento es más cuando se trata de personas comprometidas con sesgo político que, a pesar de ello, reconoce tu gestión y labor.

Conocí a esta persona en la Manzana de las Luces en una charla de los riesgos de los niños en la red y como internet iba cambiando la cultura de expresión en la infancia,  luego de interpelar a la principal referente de la infancia de CABA, esposa de un político. Días mas tarde esta señora esposa de un político que no pudo responder a mi consulta sobre el área que manejaba, se encontraba envuelta en un escándalo recomendando una receta gastronómica en la pagina oficial del gobierno de la Ciudad habiendo sido un "cortar y pegar" de otro sitio de EEUU...

Hay historias que son reflejo de una época, como la de Sheila y la conmoción nacional al conocer la trama de desidia por parte de muchos actores involucrados en atender a la infancia, y así se van sucediendo las mismas. La que tiene circulación por estos días de la historia es un niño reclamando acción a los políticos locales (link a articulo periodístico) y como la política se ha encargado de responder a un reclamo ciudadano.

Cuando menciono la terrible crisis institucional que afecta a la infancia argentina me refiero a toda la estructura política que la sustenta. Al asumir el nuevo gobierno y no teniendo gente para cubrir sus áreas, mucho personal del gobierno pasado se encargó de las políticas territoriales y de esta manera continuó el sesgo institucional de manera evolutiva en el país. Con ello queremos decir que no existen cambios de significancia en aspectos organizacionales ya que se conocen desde hace años los actores intervinientes llegando lo que en economía lo define un "equilibrio de Nash", entendiendo a esta definición como un acuerdo de partes que en momentos de contienda no haya daño de consideración hacia la parte que salió mal herida en la contienda electoral.

Ahora, hablando en términos nacionales y acuerdos de bloques congresistas podemos evidenciar que esta problemática que nos aqueja desde épocas del patronato no ha cambiado en nada más que en una nueva dependencia que continuará con los acuerdos preestablecidos. pero en la actualidad hay algo más llamativo aún: el mensaje que todos son lo mismo al haber unanimidad en la elección, al designarle los adjuntos al Defensor y al establecer un cuerpo de apoyo a la Defensoría con todos los aprobados por el emanen filtro diseñado por la bicameral.

Si observamos la repentina interrupción de la comunicación de la comisión bicameral el año pasado con la ciudadanía abocada en conocer la evolución del concurso, si nos detenemos a pensar porqué no se dio en todo este tiempo un debate profundo entre los candidatos para reflexionar el actual marco y poder así de esta manera enriquecer la reflexión sobre cómo se encuentra el país, si miramos que de antemano ya sabían los integrantes cuantas personas iban a aprobar el examen (pueden ver el recorte de una entrevista realizada a la diputada radical Carla Carrizo hacer mención al respecto), si nos detenemos a considerar la repentina convocatoria de la Comisión en su tercer año en donde llegaron a una solución sin reflexión al respecto no es raro de suponer de una "repartija" de la nueva dependencia encargada de velar por los derechos del niño.

Ya había mencionado años atrás que esta nueva institución iba a estar manejada por Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y, sabiendo ello antes de conocer a todos mis rivales para la Defensoría (cabe acotar que mi campaña por esta dependencia comenzó en el 2007, año en que tengo registrada mi voluntad de ser Defensor), me reuní con una de sus principales referentes para decirle en la cara que la infancia argentina necesitaba de aires nuevos acordes a los tiempos actuales. En mi primer discurso ante la bicameral ya mencionaba la maniobra y creo que a partir de allí la comisión se dedicó a encontrar la manera de minimizar el impacto de mi denuncia, como así también el apuro de este año electoral a manifestarse rápido.

Tener a una Defensora de los Derechos del Niño extremadamente partidaria no va con lo deseado en aquellas primeras audiencias públicas de tres  días pidiendo independencia hacia esta nueva dependencia. Tener a una Defensora de los Derechos del Niño que, habiendo sido funcionaria y en una posición de poder, no haya encabezado durante su gestión un reclamo hacia la creación de esta nueva dependencia en fiel sumisión a la voluntad política de turno (investigamos sobre ello y pudimos obtener esta conclusión gracias a personal de planta legislativa) no va con el espíritu de liderazgo comprometido a establecer el cumplimiento de una ley en vigencia durante su gestión. Podemos mencionar muchas falencias "estructurales" en esta designación, pero nos centraremos en una fundamental que, a criterio personal, debería estar acorde a los tiempos en que vivimos como lo es su presencia en redes sociales mencionando su interés, compromiso y accionar en defensa de los derechos del niño.

El Congreso de la Nación tendrá el último veredicto y el mismo estará encargado de la gran labor de los corredores de pasillos vociferando la gran "fumata blanca", mencionando "habemus acuerdo" a representantes atentos a otras realidades que creerán que el acuerdo es lo más positivo para el bienestar de la población que tan poco representan...

Al comenzar la prédica por la primera Defensoría de Niñez y Adolescencia mencionaba que es necesario dejar de lado la falta de interés y compromiso por la infancia creando una estructura que pueda aglutinar a nuevos actores que han podido demostrar su independencia de criterios y su voluntad de no discriminar al prójimo por su pensamientos. 

Creo haber dado una oportunidad durante todos estos años de un modelo de gestión a la vista de todos. He puesto mi dinero y mi tiempo personal en aras de representar un cambio de paradigma hacia el trato a la infancia, a tiempo completo y con atención permanente y gratuita en los casos que hemos representado a lo largo de todos estos años. Hemos dado un sentido de independencia al no estar comprometidos con ningún poder de turno y hasta creo que se nos fue la mano en alguna forma de reclamo, sepa disculpar, tal vez la emoción del momento ante la desidia gubernamental nos embargó...

13 años demostrando una crisis institucional, que hoy la comisión congresista a la que se le encargó elegir un modelo de gestión de derechos para las próximas generaciones ha determinado por unanimidad la continuidad de un accionar que está a la vista de todos.