La infancia y el minuto a minuto en TV

Nuestra primer intervención en TV

Años de campaña tienen su peso y que nos hayan convocado para debatir sobre la problemática de un país que no ha ratificado la Convención de los Derechos del Niño era una oportunidad de expresar las diferencias con los países que sí la firmaron y explicar la coyuntura por la que en la actualidad está atravesando nuestro país.

Lamentablemente el minuto a minuto no garpó (he mencionado por este sitio una cantidad de veces que no es convocante el tema infancia) siendo desplazado a las pocas palabras por otro tema que el conductor iba a medir en su audiencia.

Íbamos a hablar sobre las diferentes formas de maltrato hacia la infancia mencionando el informe Mundial Sobre Violencia y Salud realizado por la OMS (Organización Mundial de la Salud), entendiendo aquel maltrato tanto colectivo como social o político en su tipificación, donde además si le agregamos las dificultades sociales y económicas, podremos evidenciar como afecta negativamente a las personas adultas, y más imagínese querido lector,  a la infancia. En el mismo estudio realzado para las Naciones Unidas podemos encontrar como definición de violencia contra los niños y las niñas al "uso deliberado de la fuerza o poder, real o en forma de amenaza, que tenga o pueda tenr como resultado lesiones, daño psicológico, un desarrollo deficiente, privaciones o incluso la muerte".

Nuestra primer experiencia televisiva en la que pusimos muchas esperanzas por promover los derechos de infancia y esta transición en busca de su Defensor, por la que vamos en su décimo tercer año. Convencido en que no faltará oportunidad para explicar a la sociedad de esta fundamental etapa por la que estamos atravesando, seguimos en campaña para hacer mas visible la necesidad de comenzar a definir las características personales de quién debe conducir esta Defensoría, su trayectoria e idoneidad, su recorrido buscando hace efectiva la ley nacional 26061 y todo lo que hizo para que se cumpla.

Soy uno de los 68 candidatos, de los cuales me diferencio del resto quizá por haber mencionado hace más de una década que quería ser defensor, sin siquiera conocer que debía recorrer tantos años de indiferencia y ver como se pisoteaban los derechos de infancia. Hoy en 2018 reafirmo lo que he dicho años atrás, con la certeza que buscaremos transmitir la pasión y perseverancia por la construcción de una Defensoría que no esté ni de un lado ni del otro de la tan mentada grieta, de exigir a todas las dependencias un informe de su labor y comenzar a desarrollar una estrategia integral de abordaje efectivo por el cumplimiento de los derechos de infancia.

2018: año del Defensor de los Derechos del Niño