En internet fuimos los primeros en reclamar sobre infancia

Twitter: una foto de nuestra incidencia en la red

Cuando comenzamos a registrar la primer medida de abrigo por un ciudadano común y corriente reclamando el cumplimiento de la ley provincial 13298 la institucionalidad de la época no estaba adaptada al manejo de internet. Tal es así que, luego de las amenazas personales, comenzaron con la amenazas en la red y en una de ellas me decían que tenían que gastar dinero para ir a un cibercafé para ver que escribía y de esa manera continuar agraviando... corría el año 2007...

Con el paso del tiempo los compartimentos estancos del Estado argentino comenzaron la migración a lo digital, y con ello la proliferación de consultoras en su mayoría creadas por hijos de la casta política que buscaban maquillar la obsolescencia de una gestión gubernamental que da pena. Nuestros antecedentes de años incursionando en materia de derechos de infancia e incidencia nos posicionaron como los pioneros en muchos acontecimientos de relevancia institucional, llegando a nivel internacional y todo ello por la voluntad personal de soñar con una dependencia transparente que pueda velar por los derechos del niño en la República Argentina.

Luego del gran golpe perpetrado por la casta política al crear otra dependencia militante como lo es la primer Defensoría Nacional de Niñez y Adolescencia, pensaba que iba a dejar esto de defender los derechos del niño, que me llevó a la bancarrota, cicatrices en mi cuerpo, decepciones y penas varias y una congoja al conocer como nuestros representantes se interesan por el bienestar de la comunidad. Pero no fue así, la bronca de conocer como se manejan creando un relato que dista enormemente de la realidad me condujeron a redoblar mis esfuerzos mencionando estos atropellos en escenarios internacionales, participar sindicalmente buscando contrarrestar un modelo de gestión disruptivo desde abajo hacia arriba y participar en política partidaria buscando concientizar sobre la relevancia y la importancia del trato hacia la infancia para el futuro de nuestra república.

Gracias a esta perseverancia somos reconocidos como la gran oposición a la historia oficial en materia de derechos de infancia, y nuestra independencia reconocida por no recibir dinero ni de políticos ni corruptos nos hace distinguir de esa casta y su obediencia debida.

Y todavía falta un largo camino hacia la transparencia que requiere este tiempo en los aspectos institucionales y lograr la confianza ciudadana. Es por ello que dejamos registro constante de nuestras actuaciones y nuestra exposición que crece al conocer la parcialidad con la que se mueven dependencias que en teoría deberían aspirar a ser justas en su sentido estricto de la palabra.

El caso de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires

En tiempos de sesgos extremos buscamos el equilibrio de centro.