Dejamos un curso por su sesgo y persecución

 

Denuncia a la Defensoría del Público

En nuestra presentación al curso realizado por la Defensoria del Público titulado "el derecho a la comunicación de chicos y chicas, cohorte 10" mencionábamos el sesgo poniendo en claro que, como defensor de los derechos de infancia dejando registro desde el 2006 teníamos nuestros recaudos sobre el mismo.

Luego de recibir la respuesta de uno de sus encargados mencionando que no aparecían mis palabras introductorias y que tenía que rehacer todo desde el comienzo me puse a reflexionar sobre la continuidad en el mencionado curso. Unos días más tarde, al enterarme por medios de comunicación de la arremetida de la Defensoría del Público sobre la libertad de prensa para más tarde ser notificado por un abogado con el cual realicé prácticas jurídicas en mi campaña para ser Defensor Nacional de los Derechos del Niño inclinaron mi decisión por renunciar a un curso que consideraba de vital importancia para la infancia.

El fanatismo por facciones partidarias llega a momentos tensos en donde la pobreza va avanzando para afectar a la mitad de nuestra República, en la cual más de la mitad de la infancia se encuentra sumergida en la misma. posiciones recalcitrantes donde no hay espacios de diálogo y personajes predominantes de ambas facciones arengas con declaraciones a reforzar más su posición ideológica.

Registros de un curso en el que no compartimos su accionar

A quince años de la ley nacional 26061 que por decisiones políticas no era conveniente la figura del Defensor Nacional de los Derechos del niño, logramos uan Defensoría militante que nos hace recordar al programa televisivo 6,7,8 ; el cual esperaba la movida oficial para luego crear una estructura teórica sobre la acción en cuestión.

Tal vez haya servido en una época pero la población fue generando anticuerpos ante los actos ilusionistas y hoy las redes sociales han desarrollado un mecanismo de acción ciudadana que cuestiona la presencia en la calle tan alegórica en el siglo pasado donde se había creado toda una infraestructura para  marcar presencia.

Un gobierno sin líder, un séquito con sed de venganza, una oposición desesperada por protagonismo y un pueblo hastiado de una oferta política que no hace otra cosa que sacarles más dinero y dejarlos en peor condición de las que se encontraban.

Es por ello la necesidad de comenzar a trabajar con seriedad con la infancia para no repetir modelos caducos en donde se los busca adornar con palabras nuevas pero en esencia ni los mismos formuladores creen lo que dicen. 

Es momento de generar espacios par reconstruir las instituciones y con ellas generar la confianza que la pluralidad de ideas se encuentran reflejadas para marcar un rumo que por el  momento es muy difuso.