Sunday, January 06, 2019

Qué pasaría si...

La pasión por la vocación

Vivimos tiempos en donde los algoritmos nos estudian. Gracias a ellos el concepto de oferta y demanda de la vieja tradición clásica económica ya no tiene efecto ya que la información perfecta no está al alcance de todos y sabemos que la información es un recurso vital en una carrera sea cual fuere el mercado...

Investigadores nos hablan de una nueva conducta generacional: los Millenials, personas que no se comportan con el patrón lógico de otras generaciones y priorizan otras elecciones que no eran prioridad para sus antepasados. Es así que vemos a una nueva camada generacional capaz de cambiar el mundo en el cual vivimos siguiendo patrones que no estaban establecidos y vemos con frecuencia innovaciones sociales que tienen en cuenta el cuidado del medio ambiente, de las mascotas, de las personas vulnerables y así podemos seguir en un listado tan extenso como el aprendizaje de nuestras acciones pasadas y corregirlas acumulando experiencia...

De los candidatos elegidos por la comisión bicameral del Congreso de la Nación Argentina para presidir la primer Defensoría de Niñez y Adolescencia del país, pudimos evidenciar que ninguno de ellos se ha formado a sí mismo para presentarse en esta competencia, con ello queremos decir: ¿Qué serían de sus vidas si no hubieran percibido un sueldo y una posibilidad de escalar en sus organizaciones? Si bien desde chico y con la tranquilidad que te puede dar tu familia con estabilidad económica puedes optar por una carrera social: ¿qué pasaría si esa carrera solo ofrece adversidades y ninguna retribución a tus aportes a la misma? Y más aún, si esa carrera te deja en peores condiciones de las que estabas cuando comenzaste... ¿continuarías con la misma? 

Pensando en lo anterior... ¿se podría innovar en un entorno donde recibes órdenes, obedeces lineamientos a seguir y te unes a una corriente de pensamiento ideológico que no te deja márgenes de libertad? si ello es posible, serías uno de los cabecillas en el campo que te toca y tendrías referencias de distinta índole en terreno, es decir, no solo la especialidad en la que te desarrollas sino en diversas incursiones desarrollando herramientas y métodos de difusión y promoción de la idea en cuestión (en coaching se menciona "salir de la zona de confort" donde avanzas a una zona de aprendizaje buscando ampliar los horizontes de conocimiento). 

El puesto de Defensor es un puesto hiperpersonalizado, donde la impronta de una experiencia de campo ha de destacarse frente a tus rivales en una campaña o, como es este caso, frente a un concurso de ANTECEDENTES y OPOSICIÓN. En nuestro caso podemos mencionar que comenzamos a mostrar en las redes nuestra primera incursión por los derechos de infancia de notoriedad al presentar al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos una denuncia a un municipio presentando al mismo tiempo la primer medida de abrigo documentada a nivel provincial mostrando el cambio de paradigma que enfrentaba la ley 13298, a saber:

Historia de la ley 13298 en un distrito particular

Para llegar a la siguiente presentación tuvimos que afrontar muchas adversidades, comprometiendo nuestro capital, nuestro tiempo y nuestra voluntad por erradicar un modelo de acción que era moneda corriente en la provincia, respetando una territorialidad que hacía de quintitas controladas por los barones del conurbano.

Y nuestra historia con nuestra impronta sería mencionada en el mismo congreso en las presentaciones de los proyectos de resolución para la conformación de la comisión bicameral encargada de la selección del primer Defensor de los Derechos del Niño, as precisamente por la senadora presidenta de la bicameral en el 2018, que nos mencionaba indirectamente cuando me desempeñaba como coordinador de la comisión de infancia de la Asociación Internacional de Abogacía Preventiva, saber:

Nuestro destaque Federal antes de la Bicameral

La historia destaca hechos, y esos hechos están documentados con una periodicidad y perseverancia de alguien con esperanza de un futuro mejor. No conformes con ello (ya que nuestra conformidad estaría saciada si nos dan la posibilidad de llevar toda nuestra experiencia a la práctica siendo los encargados de determinar un modelo de acción de Defensoría que venimos mostrando desde casi la promulgación misma de la ley nacional 26061) continuamos en nuestra incidencia territorial y en esta oportunidad presentamos un acuerdo realizado en un municipio donde un cocinero mediático a través de su equipo de trabajo buscaba vulnerar los derechos de un infante electrodependiente y su familia, a saber:

Quilmes: destapando la olla de un cocinero



Todas estas acciones (hay muchísimas más a lo largo de todos estos años que nos hicieron merecedores de competir por la Defensoría, lo que no contábamos que todas estas experiencias serían puntuadas con un 10% del total de la ponderación del concurso donde se primaba memorizar datos que se pueden consultar en Google) nos formaron con una personalidad y compromiso que han hecho que las legisladoras escapen a un debate donde no adscribimos a un posicionamiento definido salvo al cumplimiento de una ley de la que nos esforzamos por hacerla valer voluntariamente buscando ser lo más transparente posibles sin recibir ninguna paga al respecto mas que la satisfacción de poder ejercer los derechos del niño.

No contábamos que los años que han pasado de su promulgación nos iban a mostrar una sociedad fragmentada por posiciones de intereses ajenas a la propia ley. Mostrando en estos años luego de la conformación de la bicameral un modelo de concurso cuestionado y falto de transparencia para con la sociedad que no logra entender el porqué continuamos sin defensor luego de tantas promesas por parte de nuestros representantes...

Y en el medio de la tormenta nosotros, que no respondemos a colectivos, ya que ninguno de ellos nos llevan a la parada que queremos llegar: la de cumplir con los derechos de infancia sin anteponer ideología al respecto, sino viendo caso a caso esas controversias propias del mismo, planteándonos dudas y senderos adversos en busca de hacer justicia con nuestros infantes y exponer a la sociedad lo humanos que somos, haciéndoles partícipes de un constructo en donde aprendamos a tolerarnos y ver en el otro a nosotros mismos alimentar un eterno debate en busca de mejorar la calidad de vida humana...

Con lenguaje inclusivo: OVAHUE

Y producto de este camino entre dos tierras se nos ha ocurrido inventar una palabra propia de estos tiempos de vocabulario inclusivo: OVAHUE, describiendo a la misma como el coraje y determinación que hay que tener ante la adversidad y el riesgo extremo donde pocas personas se atreven a enfrentar esos grises senderos sin contar con hinchada  alentadora buscando conciliar puntos de vista confrontados para comenzar a construir acuerdos en aquellos puntos en común que tanto hacen falta a una infancia carente de liderazgo con historia propio...

Y así llegamos a este 2019 en un año electoral (otro más querido lector que nos encuentra escribiendo sobre lo mismo: las apetencias políticas donde sectores postergados sin voz no cuentan) que nos pondrá nuevamente en la historia como los incursores críticos de una institucionalidad que busca entre gallos y medianoches colocar a un empleado con cucarda de digno en un campo donde no podrá avanzar con discursos ni lindas palabras sin demostrar los ovahues correspondientes merecedores de tal designio.

Tiempos difíciles para quienes no incursionaron terrenos donde la pobreza, la marginalidad y el hambre son los maestros que pueden mostrarte la empatía  necesaria para lograr avanzar hacia una cultura donde los únicos privilegiados sean los niños.




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