Friday, January 25, 2019

Nadie es profeta en su tierra...

Traspasando las fronteras en nuestra incidencia

Es notorio considerar tantos años escribiendo y me tengan más en cuenta en el exterior que en mi propio país. Es decir, se trata de un blog con perspectivas de políticas locales y consideraciones de actores locales que, si bien ahora ha transcurrido mi accionar al orden nacional, no deja de ser algo inherente a un territorio delimitado y que llame más la atención en el exterior al menos provoca una reflexión.

Por estos días los celestes y los verdes (dos categorías ideológicas con partidarios acérrimos en imponer su pensamiento) luchan en un caso paradigmático que da a entender la crisis institucional de la infancia argentina. Y, en esas paradoja del destino, la nena por la que se discutía se llamaba ESPERANZA. Un nombre que para cualquier reportero daba lugar a un título polémico y de esta manera llamar la atención a un mayor auditorio y destacar un punto de vista al respecto. Para ser sincero pasó por mi cabeza, pero recordé las palabras de la Madre Teresa de Calcuta cuando decía: "yo trabajo con personas, no con multitudes" , y mi sentido de oportunismo se diluyó sabiendo del enfrentamiento que estamos presenciando donde no es positivo buscar la polémica para destacar una posición al respeto.

Por los medios nos enteramos que la fugaz nena-madre en cuestión será llevada a declarar a la justicia viviendo en tan corto tiempo todo el caos institucional al que está sometido hoy la actualidad de la infancia, donde en busca de su interés superior solo se daña más su persona y su noción de "sociedad" a la que pertenece y de la que en pocos años pertenecerá como ciudadana en pleno ejercicio de sus derechos. Una niña sacudida por las opiniones de adultos ante una situación en donde cuando más necesitaba de ellos no estuvieron me hace acordar a las reuniones sobre lo mal que la pasan los chicos en escenarios lujosos y con servicio de catering... la continuidad de sus sistema para nada empático con el infante y tan suelto de opinar sin medir las consecuencias de las declaraciones nos hacen presenciar un escenario donde la confusión es la reinante y en donde una ley nacional sujeta a la convención internacional de los derechos del niño no es tenida en cuenta. Si a esto le sumamos la tibieza de los candidatos elegidos por la bicameral que, a criterio pesonal, como "finalistas" debería liderar el cambio de paradigma que propone la ley de un niño objeto de protección a sujeto de derechos...

Mi pobreza económica me limita realizar acciones para poder liderar un pensamiento que la mayoría de mis colegas esperan sentados a que lleguen las cámaras para opinar al respecto.Un dolor me embarga al sentir la falta de voluntad por quienes quieren encabezar en trabajo que requiere de una gran personalidad para plantarse ante grupos radicalizados y hacer valer una ley que tiene muy poco exponentes con antecedentes de hacerla cumplir.
Nuestra modelo de participación ciudadana en acción

Antes de que la bicameral se expida por el modelo de selección al que habían arribado luego de medio año de postergación de concurso para garantizar un proceso transparente de selección según sus criterios y sin consultar a los participantes para enriquecer al mismo, por nuestra parte realizamos una serie de presentaciones en la zona de Tribunales de CABA donde invitamos a la comunidad a exponer sus puntos de vista sobre nuestro modelo de Defensoría sumando a distintos actores sociales que venían trabajando por la infancia y sus distintos campos de acción. De esta forma ampliamos nuestra visión sobre la problemática que atraviesa esta franja de población, destacando procesos innovativos de incidencia social que nos parecía de extrema importancia poder darle un marco de acción nacional en defensa de derechos de infancia. Un modelo de trabajo el cual queríamos presentar en el Congreso pero, ante la negativa de presenciar la nueva conformación de esta comisión, ya comenzaron a surgir suspicacias acerca del desarrollo de este proceso de selección...

Internet hoy nos da la posibilidad al ciudadano de a pie de mostrar situaciones que con anterioridad quedaban en las sombras. Una lógica legislativa que lleva sus años se ha podido evidenciar en estos años del proceso de selección del Defensor de los Derechos del Niño, y un proceso que se ofrecía a la sociedad como transparente dio a conocer que los acuerdos preexistentes ya no estaban vigentes, mostrando una vez más la puja de intereses que se intenta dejar al margen a la comunidad interesada en conocer  algo tan sensible como lo es la atención de la infancia, y del porqué se lleva tantos años sin llegar a una solución.

Esperamos que en el presente año nuestras legisladoras no vuelvan a prometer una resolución que en sus dos intentos anteriores mostraron su fracaso, demostrando una vez más la ligereza con que se toma el nacimiento de una nueva institución. La Defensoría Nacional de Niñez y Adolescencia debería ser el producto de una evolución de la actual política, la cual su principal representante, el Defensor, sea reflejo de un proceso de una ley que se ha buscado callar con la indiferencia y la desidia de todo un arco institucional en vigencia, mostrando a la sociedad en su conjunto un liderazgo producto de la experiencia en su acción, su perseverancia y su trabajo objetivo ateniéndose a una ley sin simpatías partidarias e ideológicas.

2019... esperamos que sea el año del Defensor...






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