Competencias vs “Contactología”

En los últimos días pudimos asistir a una lamentable muestra de la “viveza criolla” aplicada a políticas de Infancia que deja planteada en la sociedad qué clase de competencias son las necesarias para ocupar cargos de relevancia en la acción politica.

Así observamos que el “copiar y pegar” sin siquiera revisar su contenido dejó mal parado a todo el Consejo de Niñez de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que el próximo miercoles dará explicaciones sobre su accionar y buscará de alguna manera “llegar a un acuerdo” con quienes, como consecuencia de este error, buscarán dejar en claro las falencias en políticas de niñez que venimos presenciando desde hace tiempo estableciendo nuevos criterios que abrirá otra etapa en la aplicación de la ley 114 en el distrito mencionado.

El año pasado tuvimos la ocaciónd e conocer a la señora Beatriz Orlowsky quien detenta el máximo cargo en el gobierno de la ciudad y ante nuestras preguntas esgrimía que se hizo cargo de ese despacho hace seis meses dando a entender que aún no había encontrado una lógica de accionar a su función.

Competencias vs “Contactología”... ¿hasta cuándo?

La evolución de la información mediente internet y sus princiales nodos hacen que la velocidad de cualquier aplicación tome eco de manera casi instantánea y facilita al espectador conocer qué preparación previa pueda tener un funcionario y su equipo técnico, más aún conocer su estrategia de abordaje a las diferentes probemáticas si avanza en la constitución de una página web.

El concepto de liderazgo vuelve a ser cuestionado, quizás en la actualidad con mayores fundamentos al conocer a los diferentes personajes que dejan en claro que la “contactología” no es un requisito eficiente para estar a cargo de áreas sensibles, que por consecuencia de su acción o inacción marcarán el futuro de numerosas vidas y potenciales de desarrollo en una comunidad que avanza sobre cuestiones de política pública elaborando una identidad propia de desarrollo humano acorde al capital humano presente en nuestra sociedad.

En “la manzana de las luces” el año pasado éramos menos de 40 personas interesadas en el manejo de internet e infancia, quizás con este acontecimiento que ha despertado el interés de numerosos sectores políticos sepueda avanzar mas aún en el compromiso y voluntad de identificar al Defensor de los Derechos del Niño, persona que pondrá a prueba todas sus competencias en la búsqueda de una armonía ante una coyuntura turbulenta consecuencia de una “contactología” carente de competencias y sin convicción de liderazgo.

Los patitos quieren sacar las alitas...¿será esta la oportunidad de dejarlos?