Friday, August 21, 2009

En la ciudad de la Furia




El agua del río color de león salpica las costas y el vidrio y cemento de aquel lugar busca alcanzar las nubes como un símbolo de redención quizás pidiendo perdón por su egocentrismo, quizás como vana ostentación de lo que puede el hombre.
La brisa de una tarde de Agosto me hace recordar mi pasado vivido como muestra que todo pasa y de la capacidad que tiene el hombre de autogenerarse. De muchas manos tendidas construyendo obras que alegran la visión y de muchos codos doblados para hacer mas larga mi misión. Como un circuito financiero redobla para este país en los albores del nuevo milenio y como el cicuito productivo se desangra en cruentas batallas para seguir subsistiendo. Furia. Furia en el ruido de máquinas trabajando, de hombre limpiando, de celulares irradiando. Furia del otro lado, de estómagos hambrientos y de historias de supervivencia por un día más. Los veleros en fila india van amarrando al caer la tarde y las risas y pasos alegres de una parte de la población contrastan con mi otra realidad, la que se quedó en mi mente, de gente son ropa con risas y un andar diferente que ni siquiera se atreven por un segundo a tener un instante de vida como las de las personas que en este instante estoy viendo. El ocaso de un centenario deja secuelas sociales que marcarán a la próxima centuria, y con ella a su genración sumergida en una cultura del "salvese quien puede", pero también, a una generación intermedia que busca denodadamente alguna forma de no incrementar la desigualdad entre los ciudadanos, combatiendo a un estilo y forma de pensamiento que no va con nuestra razón de ser y sentir social. En estos días nuestro ápice ejecutor de rumbo nacional menciona esta desigualdad hacia nuestras próximas generaciones, dando cifras y enunciando palabras vacías para los que serían sus beneficiarios, ya desilusionados de los grandes anuncios y de ideas que se hagan realidad. Otro ciclo de ilusión y desencanto más en la república. Pero en esta oportunidad presenciando a una corriente de pensamiento activa, comprometida no sólo desde lo académico y doctrinario, sino también de los hechos y realidades cotidianas en la construcción no de las furias de máquinas y ostentación, sino en la construcción de voluntades al servicio de la comunidad, en la construcción de un pensamiento contemplando al prójimo como ser igual a uno, viviendo con empatía (en el sentido de "padecer con") los nuevos desafíos que tendremos en nuestro próximo siglo los argentinos. en la ciudad de la furia, donde una mucana puede transformarse en millonaria en custión de meses, en donde que se fueron de sus casas están nuevamente en ellas, en donde una comunidad entera lucha por los derechos adquiridos durante la historia de la humanidad; algo está cambiando, y eso está por verse...


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