Monday, March 03, 2008

Mi Familia

La Cocha, Tucumán. Hogar de mis abuelos de parte materna y de buenas anécdotas de la época en que se estaba construyendo la nación Argentina. Pueblo volcado al agro donde las externalidades que parecen afectar más a los habitantes son las del tiempo climático.
Bajo un mismo techo coincidimos un ex-maitre del Congreso de la Nación, un jefe provincial de Policía y yo. Las largas sobremesas encienden pasiones encontradas y el enriquecimiento de un tema desde distintos puntos de vista hace a uno mostrar su propio ser, deseoso de someterse a la realidad, abandonando la visión armada por juicios ficticios o por el consenso social y vivenciar el mundo como se presenta, no como hemos aprendido y creído que debe ser y se abre un espacio para la aparición de "la realidad autoconocida".
Al comentarles mis acontecimientos del año pasado comenzaron a relatar como funcionan la "grandes ligas", estos hombres con años de experiencia dentro del campo gubernamental me fueron plasmando una visión acerca del modo de actuar de nuestras instituciones dejandome un sabor amargo sobre el porvenir de los chicos que intenté representar... ¿Cómo puedo hacer algo para que estos chicos pudieran progresar y que no hagan daño a la sociedad ni a ellos mismos? A través de mensajes de texto procedí a invitar a los mismos para que continúen sus estudios, pero sus precarias condiciones sociales los llevan a optar por salidas a corto plazo hipotecando su futuro. Sé que algunos se conforman si solo una persona entendió el objetivo, pero solo una persona que continúe sus estudios es un logro muy magro teniendo en cuenta a todos aquellos que estuvieron bajo mi tutela.
Al llevar a la realidad un proyecto, al entablar una relación nueva, aparece una voluntad de entrega: nos metemos, nos damos. En el proceso, mas que el deseo de hacer u obtener algo, lo que nos mueve es siempre alguna necesidad. En nuestro trabajo, ¿podemos discriminar donde terminan nuestras ganas de hacerlo y donde empieza nuestra necesidad de producir?... Mantenernos conscientes de que somos apenas los instrumentos nos integra con cuanto hagamos o participemos, integra "lo que hacemos" con "lo que suceda".
Al reunirme con el intendente del lugar éste me menciona las prioridades de su actual gestión donde los problemas son totalmente distintos a los de las grandes urbes. Muestra interés por mis habilidades y competencias en otras áreas y menciona una serie de conflictos que sobrelleva a una persona de jerarquía al no respetar la famosa relación: "Militancia versus Competencia". Mi interés en radicarme aquí va en aumento debido a la franqueza y sinceridad de todo este pueblo, donde los niños pueden jugar hasta altas horas de la noche y donde toda la comunidad vela por ellos. Mientras los mensajes desde Buenos Aires insisten en que vuelva pronto y este presente en el cumpleaños de una de las chicas, comienzo a estudiar de que manera puedo interceder por ellos a la distancia y como tener un empleo en este pueblo.

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