El Silencio

Asi se llamaba el lugar donde los represores mandaron a nuestros ciudadanos desaparecidos cuando la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos) vino a visitar el país en el año 1979. Este organismo fue creado con la finalidad de velar por la aplicación de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre en los países miembros. Mientras desde los medios amigos al gobierno nos decían "Los argentinos somos derechos y humanos" la realidad quedaba oculta bajo la amplísima impunidad de nuestros gobernantes represores.

Los tiempos fueron cambiando buscando nuevamente la honestidad que, de acuerdo con el médico, psiquiatra, psicoanalista y autor Eduardo Abadi nos menciona: "La honestidad en un individuo tiene que ver con los valores que ha tenido en su formación: el reconocimiento de los derechos del semejante, la pertinencia de una conciencia moral, la autocrítica que debe diferenciarse del autocastigo, y el anhelo de poder construir y beneficiarse sanamente de una estructura comunitaria...()... La honestidad exige la internalización de las normas y una noción de su indispensabilidad, si lo que pretendemos es conformar una sociedad, a mediano y a largo plazo, justa y pujante". Pero los estigmas que quedaron grabados en el seno de nuestra sociedad todavía siguen latentes y, desgraciadamente, algunos gatopardos pretender mantener aquellos vínculos de impunidad, retrasandonos a los que buscamos el goce de un Estado de Derecho nuevamente al Silencio.