Un espíritu corporativo

Expulsado de la presentación a las diplomaturas sindicales

Hazte fama...

No es la primera vez que nos niegan el acceso al conocimiento. Una de las más notables fue de un curso de Desarrollo Nación sobre el cuidado de adultos mayores en un tiempo en que la Ministra y cuñada presidencial me bloqueaba de su red social sin siquiera haber intercambiado un tuit con ella. Y ahora éste, en una etapa sindical como Secretario General de una filial en formación en la que buscamos intercambiar ideas, pero tal vez la fama de mi persona en mis años de incidencia institucional me catalogaron de paria... Una ideología que usa el poder del Estado y un camuflado "derecho de admisión" ante ciudadanos con pensamiento crítico, que han sabido destacarse con sus reflexiones y canales de expresión cuestionando un accionar, que no deja espacio a la participación y el debate y de esta manera establecer una mirada única sobre una cuestión.

La imposición de una militancia académica en el quehacer institucional y sus actores marca rumbo. ¿Adoctrinar a sindicalistas? una seria cuestión cuando cuando se quiere meter a la ciencia en los derechos humanos en el ámbito laboral. Es decir, me hace recordar a un radical primer presidenta de la Comisión bicameral por el Defensor de los Derechos del Niño, recibida en Ciencias Políticas y su aporte a la sociedad argentina entregándonos a la primer Defensoría Nacional de Niñez y Adolescencia con visión de género y sesgo ideológico partidario recalcitrante.

Mi primera incursión en Sociales UBA fue en un taller de cobertura fotográfica de protestas sociales y al entrar en esta facultad pude percibir su clima. En este sitio querido lector puede conocer mis experiencias en decenas de universidades públicas y privadas, destacando una exposición de arte en UBA Derecho y una Cumbre de Instituciones de la Mujer en UBA Económicas, entre presentaciones y participaciones todas ellas relacionadas con los Derechos Humanos. Mi incidencia de años han hecho de mi persona una "marca" difícil de confrontar en debate y por ello es mejor dejarla de lado ante la pobreza intelectual que nos ha conducido a esta situación social...

Un espíritu corporativo que escapa verse al espejo monopolizando una versión virtual en un escenario analógico a punto de estallar. Y por nuestra parte buscando alternativas que empoderen a sectores marginados donde buscamos sindicalizarlos y de esta manera proponer estrategias de desarrollo que lso saquen de la pobreza y empoderarlos...

Seguiremos participando porque creemos que otra clase de país es posible, donde la ciudadanía no busque vivir del asistencialismo y sometimiento del poder de turno y su sistema de valerse de los más débiles. Sabemos a los molinos que nos enfrentamos y del desierto que hay que atravesar buscando establecer las bases para la construcción de un futuro participativo, con rendición de cuentas y transparente.

Y desde este lugar, escribiendo De Políticas y Roscas... en su décimo quinto año...