¿Puede ser que el caso M sea la gota que derrame el vaso?

El pueblo quiere saber de qué se trata

Un educador de gran trayectoria y reconocimiento nacional e internacional me menciona sobre una carta abierta a la Defensora Nacional de los Derechos del Niño y me invita a compartir la misma percibiendo la necesidad de romper con el monólogo institucional sobre el trabajo que se realiza en el área infancia y de esta manera contrastar las diferencias entre el discurso y los hechos que acontecen en materia de derechos de infancia.

Al leer la misma y replicarla en mi red social Facebook coloco una introducción destacando la magnitud de la invitación y la preocupación de quienes vemos que la publicidad oficial busca tapar una crisis que día a día va creciendo en su magnitud condicionando el futuro de la Argentina.

A continuación paso a copiar la misma a efectos de dejar registro de este acontecimiento que esperamos sea respondido por la Defensora y de esta manera poder conocer a la abogada militante en vivo mas allá de los escritos y reuniones oficiales donde la puesta en escena roza la exposición propagandística:

CARTA ABIERTA

Señora Marisa Graham

Defensora de NN y AA de la Nación

(Y a Comisión Bicameral de Selección del Defensor)

Soy Julio Pereyra, un Educador Comunitario del interior profundo del norte argentino, de aquellos lugares que permitanme dudar hayan pisado alguna vez.

Escribo pidiendo la señora Defensora pueda aceptarnos a mi persona y/o a toda Organización/Fundación/Asociación/Activista que quisiera ser participe un debate sobre la realidad de la(s) Infancia(s) en Argentina, y las intersecciones de estas en cuestiones como Interculturalidad, Discapacidad, Pobreza y exclusión.

Considero (en lo personal) que dicha defensoría, viene actuando con serias omisiones, negligencias e inoperancias, que toman estado público y mediático en casos como la mortalidad infantil en comunidades wichies, o lo que exponen casos como el reciente que puso en vilo al país (Maia).

Sepa entender, que nuestro cuestionamiento no posee posicionamientos político-partidarios-electorales, sino que se deben y dan, en marco de la evidente y manifiesta ausencia de posiciones y acciones concretas por fuera del mero discurso politicamente correcto, que exigen su cargo/función.

Por cierto, no considero justificación alguna su accionar en el diseño de Plan de Acción Nacional de/en la Ley N° 25.061, cuando este parece ser mera letra muerta en documentos, bastando tomar como fuentes los informes del INDEC, UNICEF, la EPH y el Observatorio de la Niñez, Adolescencia y Familia (Arg.) -entre otros-.

Cuestionar la realidad de la Ciudad/Provincia Bs.As, sin hablar de/ ni admitir la realidad que golpea el país, y en especial algunas regiones/comunidades (Pueblos Originarios, Formosa, Stgo. del Estero, etc.) parecen tornarla más que una Funcionaria en Defensa (denuncias, intervención, visibilización) de los Derechos del Niño.

No la he escuchado recientemente expresarse sobre el trabajo infantil, las acciones de Obras Sociales en casos de niños c/Discapacidad, la vulneración de Derechos a la Educacion Inclusiva, ni tengo conocimiento de acciones que no sean solo administrativas (reuniones, comunicados, pronunciamientos, etc.).

Sobre este último aspecto, quisiera conocer cuántas denuncias judiciales (no mediáticas) ha elevado a funcionarios públicos nacionales/provinciales con incumplimiento de sus deberes inherentes a sus cargos.

No he leído (por ello no acuso y quisiera leer/escuchar) su pronunciamiento sobre la situación de Asilamientos Forzados por COVID-19 y la separación de infantes de sus madres ocurridos recientemente en Formosa (que consta en la Prensa y fue expuesto y denunciado por Organismos Internacionales de DDHH-entre ellos Amnistía Internacional).

Agradezco en virtud de la transparencia que deben poseer organismos público-estatales como el que usted dirige, pueda responder a través de mi texto a todo el Pueblo.

Gracias. 

En un momento oportuno donde la sensibilidad ciudadana se cuestiona sobre los mecanismos institucionales que provocan situaciones como la del "caso M" (ahora por cuestiones legales del trato a la infancia no se puede mencionar más su nombre), personas con trato directo con la infancia y empatía hacia sus condiciones de vida y su acceso a justicia buscan respuestas de una institución que va a cumplir un año en el ejercicio de funciones (convengamos que el Congreso la habilitó para el ejercicio a finales de febrero donde se tomaron un descanso, luego vino la declaración de confinamiento y como excusa por ser persona de riesgo debido a su avanzada edad no comenzó a funcionar para luego de mi denuncia, "truchar" antecedente de trabajo, no sabiendo a ciencia cierta cuando comenzó a funcionar esta dependencia)

Terminaba el verano y la Defensoría sin aparecer...

Mi experiencia institucional me motiva a pensar  que esta abogada no buscará confrontar un modelo de gestión en decadencia debido a que la exposición pública mostrará una personalidad de poco agrado y empatía. Una funcionaria acostumbrada a un entorno de obsecuencia donde hacen pesar las cucardas académicas, creyendo que que las mismas son las salvadoras de una crisis que la vienen "piloteando" desde el milenio pasado, me hace recordar al síndrome de la rana hervida donde han descubierto la manipulación mediática a través de consultoras, pero que reflejan la brecha etaria al ver su uso personal reflejando el poco interés por levantar la voz en materia de derechos de infancia.

Adultos cuestionando a ancianos por la infancia y juventud exponiendo la necesidad de un cambio cultural, del cual dinosaurios han sobrellevado la gran crisis del patronato habiendo  logrado la permanencia del estatus quo pero teniendo problemas serios con la irrupción de internet y del empoderamiento ciudadano.

¿Podremos tener un verdadero "punto de restauración" sobre los derechos de infancia y su abordaje en el país?

Abuelos... piensen en sus nietos que no quieren mas dinero sino cariño y afecto por favor...