La toma

 

01/10/2020 Foto: Rafael Mario Quinteros - FTP CLARIN RMQ_5590.JPG Z

En este 2020 tuvimos bastantes ejemplos de atropellos comenzando con la designación de una terna de abogados para presidir la primer Defensoría de Niñez y Adolescencia de la República Argentina y de esta manera condicionar el desarrollo en materia de derechos de las próximas generaciones.

Con la renuncia de un miembro de esta terna, la crisis de la institucionalidad abocada a la infancia en el país otra vez vuelve al escándalo por la manera cómo se maneja. La falta de consideración a quienes son menos militantes y  cómo la comisión contralora de esta dependencia gestiona la crisis interna deja en claro que ya no se puede ocultar la falta de liderazgo, la transparencia de gestión y la mala comunicación entre sus integrantes.

Voces que alertan sobre un reclamo que comenzamos (link a artículo)

Varias organizaciones van tomando nota de lo que denunciamos desde la primera conformación de la comisión bicameral y reclaman algo en que fuimos los pioneros en destacar para la Defensoria Nacional de Niñez y Adolescencia.

Tal vez nuestra especialización de años en la temática nos hizo evidenciar esta conformación cultural que tomó la primer dependencia nacional en defender los derechos de infancia en el país y la tornó un espacio militante replicando viejos métodos políticos que fueron aplicados al menos en lo que va de este milenio. Nuestra visión panorámica explorando la diversidad de problemáticas en infancia, recorrer sus dependencias y conocer esos "vericuetos" que no son explícitos en papers académicos ni mucho menos contados en discursos de salón nutrieron nuestra posición sobre las causas de esta crisis que hoy alcanzan su máxima expresión  demostrando la falta de tacto de nuestros representantes legislativos, el oportunismo político en detrimento del bienestar general y "la toma" del poder con la sola intención de favorecer a simpatizantes.

Damos la bienvenida a quienes se suman a nuestro reclamo y alertamos con profunda preocupación la continuidad de este "dueto" que a partir de ahora pasa a formar parte de los atropellos a la infancia argentina sin vistas a una mejora acerca del futuro de las próximas generaciones.

De los 53 participantes al examen, 15 fueron elegidos, luego uno renunció, quedando 14, al tiempo uno fue nuevamente a la SENAF, quedando 13, y ahora renuncia un adjunto quedando 12 personas en este "seleccionado" de defensores de infancia que por reuniones de zoom y con apoyo de una consultora dejan en claro que las políticas en materia de derechos de infancia dejan que desear, y mucho...

Mencionamos hace un tiempo con cierto interés por el trasfondo de su discurso de la actual Defensora destacar al suicido como un acto de honra y vemos su tesón en mantener convicciones que no las había demostrado en los noventa. Hoy esas palaras toman relevancia al dejar que uno de los máximos representantes se vaya con alarmantes declaraciones y dejándonos a los ciudadanos de a pie asustados ante una posición recalcitrante que afecta al futuro.

¿Cómo seguirá esta novela que comenzamos allá por el 2006 a escribir sobre una realidad cada vez mas crítica?

Estas acciones de estos personajes hacen que la juventud quiera irse del país y la esperanza de algún repunte hacia un crecimiento y desarrollo sostenible sean oscuros como los tiempos en que vivimos.

Una toma de una dependencia que va mostrando que es necesario su desalojo al ver un accionar que no está a la altura de las circunstancias y que es capaz de dejar partir a quienes no quieran acatar la obediencia debida y el relato de la historia oficial.

Los 15 años de la promulgación de la ley nacional 26061 quedarán en la historia como un manotazo del establishment por obtener un poder que no funciona con los viejos métodos que lograron su hegemonía y un viejo liderazgo ahora en decadencia.

¿Podremos demostrar a la sociedad superar el ridículo institucional que dimos en materia de derechos de infancia?