Las cosas por casa...

Un intendente en campaña visitando casa

Se empieza por casa?

Ya todos conocemos de lo que son los políticos en épocas de campaña y ponerse a escribir al respecto a criterio personal no agrega nada a todo el folklore que se ha escrito por tantas y tantas ocasiones de desilusión...

Pero cuando se politiza la infancia y se juega con vidas a las cuales podemos tener injerencia en su desarrollo es algo distinto...

Un pariente pediatra del intendente de San Miguel que lleva ocho años de gestión local se había hecho cargo del área de infancia y gracias a ello fue a recorrer distintos modelos de gestión en provincias y países, ya que por su profesión específica no tenía una expertise sobre el amplio espectro que tenía a cargo y gracias a esta gira de conocimiento ha traído modelos de desarrollo que están dando resultados en el exterior, "enlatados" a aplicar en un distrito que gracias al parentezco y su especialidad de pediatría pudieron tener sus fondos para poder emplazarse en el distrito.

En varias oportunidades buscamos tener contacto con este pariente del intendente, pero no nos fue posible llegar al mismo: hablamos con su hermano intendente, su lugarteniente que fue recompensado por su labor en la última campaña que cuenta con una expertise política anterior haber sido regente de un colegio privado, un pariente de un gobernador provincial y una referente de reconocida trayectoria en cuanto a RSE, todos ellos con la misma respuesta: seguir participando.

Hay un refrán que menciona que "nadie es profeta en su tierra" y así están las cosas por casa cuando buscamos queremos conocer sobre la infancia en nuestro distrito. 

Compórtate como si de ti, exclusivamente de ti, dependiera el ambiente del lugar donde trabajas: ambiente de laboriosidad, de alegría, de presencia de Dios y de visión sobrenatural.
—No entiendo tu abulia. Si tropiezas con un grupo de compañeros un poco difícil —que quizá ha llegado a ser difícil por tu abandono—, te desentiendes de ellos, escurres el bulto, y piensas que son un peso muerto, un lastre que se opone a tus ilusiones apostólicas, que no te entenderán...
—¿Cómo quieres que te oigan si, aparte de quererles y servirles con tu oración y mortificación, no les hablas?...
—¡Cuántas sorpresas te llevarás el día en que te decidas a tratar a uno, a otro, y a otro! Además, si no cambias, con razón podrán exclamar, señalándote con el dedo: “hominem non habeo!” —¡no tengo quien me ayude! 
Surco, 954

Y mientras buscamos la forma de conocer "la cocina" de las políticas de infancia en San Miguel en una de las varías facetas  que encaramos para ejemplificar la situación de la infancia en los niveles locales, una organización multinacional en su blog los referencia como ideas enlatadas de éxito ...