Los Muros

Un expositor de Flacso, con una estupenda presentación, en una de sus partes hablaba sobre esos 'muros' que implican aquellas barreras abstractas (en su filmina podíamos leer: sesgos, discriminaciones, tabúes, creencias, etc.). Y tal impacto produjo en mi que decidí mientras hablaba al respecto que ese sería el título del presente post.

Si el anterior titulo me colmó de entusiasmo debo aclarar que el entusiasmo me duró poco...

El segundo día del seminario internacional mutó de una manera significativa: si bien el primer día el auditorio estaba completo, la segunda jornada comenzó con una excelente mañana de disertantes pero con una escasa concurrencia, para por la tarde comenzar a ver 'caras militantes' (si, de esos nacionales y populares que parecen ser los únicos militantes) del oficialismo y al buscar con la mirada a uno de los organizadores del seminario noté su extraña ausencia.

El sector donde me encontraba sentado fue rodeado de estos personajes donde justo delante mío estaba José Machaín y atrás el personal de CASACIDN, al llegar Nora Schullman su lenguaje corporal estaba centrado en mi persona y cambiaba el mismo solo para saludar a la distancia a quienes estaban a mi alrededor para mas tarde volver a su postura anterior y concentrar la mirada en mi persona.

Tal vez por el instinto de haber sido delegado de la FUA, conocer la metodología de acción de la militancia y ver la disposición estratégica que iban adquiriendo estos militantes comprendí que se estaba formando un muro y recordaba aquellas asambleas universitarias donde nuestra atención estaba centralizada a minimizar el "efecto trosko" y lograr un debate productivo. Es entonces que decido pararme contra una pared debajo de una luz direccional para que se notara mi presencia y formar parte de la mesa de disertación en forma pasiva y, al estar de cara al auditorio llega un integrante del programa 678 (uno de bigotes que siempre intenta poner 'profundidad filosófica' a cualquier tema de que se trate) que saluda con un beso al personal técnico y se sienta en la cabina de control. El escenario estaba preparado y listo.

Pensé que luego de un lustro de recibir un certificado por ella reconociendo que al menos tenía nociones de las nuevas leyes de infancia y de haber intercambiado opiniones encontradas del accionar institucional de aquella época no se acordaba de mí... pero al momento de exponer parece que mi presencia era tenida en cuenta, los mismo pasó con el secretario del foro parlamentario y me resultó de singular particularidad el tono de su voz. El resto de los disertantes expuso con total normalidad sin siquiera saber quien soy.

Es allí que entonces me cercioro que en la jornada de la fecha no había cámaras, motivo que me llamó poderosamente la atención, pero "ya estaba jugado" y comencé a centrarme y tomar nota de las falencias discursivas mientras recordaba técnicas de control de las emociones en entornos conflictivos...

Al terminar la exposición de la mesa el moderador dice que no hay tiempo para preguntar e invita a los concurrentes a un intervalo con café y golosinas...

Muros abstractos... la estrategia de mantener un relato unidireccional, que por decoro y buenas constumbres no levanté la voz para exponer al mundo la situación de la infancia argentina ... no por temor, sino porque porque no contaba como Guillermo Moreno en la embajada de Estados Unidos, con el escenario adecuado y las garantías mínimas de poner en evidencia una opinión fundada en mi propia experiencia institucional... reconociendo en ese instante que sería otro ladrillo electrónico de la gran pirámide que se fue constuyendo por la plena aplicabilidad de las leyes en vigencia...