Analizando nuestro raiting
Nuestro raiting de Noviembre
Si en los discursos presenciales cuentan cuantas cabezas son las que están presentes (convengamos que en su gran mayoría los que van a actos políticos no van a escuchar y analizar el discurso de su líder) en nuestro atril electrónico existen herramientas que te ayudan a contabilizar tus visitantes, pero a estos números hay que tomarlo con pinzas ya que no cualquier interesado se limitará a disponer de su tiempo y tecnología a disposición en cuestiones institucionales que atañen a la infancia, es decir, los "micros" no vienen con interesados por los "extras" que supone la movilización, y la especial atención a un tema específico hace de este sitio un lugar "especializado" en expresar temas que a muchos pueden resultar por demás aburridos...
Otro sitio de medición
Sobre políticos y mercadotecnia
En la campaña presidencial anterior pudimos presenciar dos clases de estrategias comunicacionales que tuvieron el desenlace por todos visto. En una se podía evidenciar el caos y desorden interno de los adeptos a una facción donde la estrategia era la descalificación y la agresión permanente, mientras en la otra se apostaba a una esperanza de superación en la cual no se buscaba la contienda directa, sino que usaban el "aikido comunicacional" (uno de los ejemplos fue cuando a uno de los candidatos se lo acusaba de todos los males obteniendo como respuesta una campaña donde al mismo candidato se lo seguia acusando de cosas en estremo ridículas minimizando el impacto de la arremetida del contrincante y potencializándola a su favor)
Ahora bien, en el ámbito de infancia las cosas resultan ser distintas y las campañas también. Por un lado pudimos ver como un colectivo de organizaciones que llevan años formando parte del grupo consolidado institucional ha desarrollado una campaña con un despliegue de creatividad profesional que es de destacar convocando a famosos, deportistas, a sus empleados a salir a las calles, a simpatizantes partidarios a manifestar en las marchas etc, pero faltaba algo: si bien era imperante el pedido de un defensor de infancia desde el punto de vista comunicacional, queríamos saber a quién querían impulsar, conocer en sí el "producto" y sus cualidades, tener una referencia de gestión de qué se hizo y que quiere hacer un Defensor en nombre de la infancia. Tal despliegue no llegó a convencer la pertinencia legislativa y tal fue el apuro de esta facción en querer imponer una acción que lleva una década distendiéndose que no logró convencer a los legisladores oficialistas a nombrar sus representantes para la conformación de la bicameral, sabiendo que el impacto comunicacional al cual se enfrentaban carecía de un sustento tangible y por lo tanto no acarreaba a una acción concreta.
Por otra parte, desde nuestro lado, la figura está establecida (soy yo, por si no se sabia), los antecedentes y competencias para el puesto están expuestos y desarrollados pero no contamos con la "masa crítica" de personal que nos hagan ser visibles para los legisladores y nuestro grito queda reducido a simpatizantes de las internas llegando a ser casi una figura decorativa de todo este proceso histórico de los derechos de infancia en el país.
Es por ello que en este año nos dedicamos a sumar organizaciones y comenzar a mostrar gente que está comprometida con los derechos humanos y su participación activa. ciudadanos que de alguna manera ofrece su tiempo y dedicación a acciones particulares de incidencia y que dan una nueva fisonomía a este presente contexto de exigencia por los derechos obtenidos.
Más allá, entre el campo real y el virtual, el análisis de visitas nos muestra que los visitantes recurrentes han crecido al mismo tiempo que también de nuevos visitantes mostrándonos un cierre de año positivo si apuntamos a una estrategia donde la presencia virtual delimita nuestro campo de acción y nuestra presencia real nos acerca a conocer más y más actores en experiencias concretas.
¿Otro año más sin defensor en un cambio de gestión que pregona la participatividad y transparencia?
Ya conocemos que entre el dicho y el hecho ...
Labels: Defensor de los Derechos del Niño, Derechos del Niño, Derechos Humanos, Escenarios Emergentes, Incidencia Política, Institucionalidad Argentina, Política Argentina, Políticas de Infancia
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