Friday, January 03, 2014

¿Tendremos defensor este año?

Otro año mas...

Cuando me propuse ayudar a adolescentes en condiciones de abandono y vulnerabilidad no pensaba que este hábito de proteger los derechos de infancia se iba a encarnar en mi. Sin embargo, desde aquel 2007 vengo dejando constancia de todos los tramites que puede hacer un ciudadano común y como ha ido ido evolucionando el conociemiento de tecnicas comunicativas hasta tal punto que toda la institucionalidad oficial montó un operativo para callar un simple caso, uno que demuestra la precariedad en el trato de los derechos de los chicos.

Más allá de que por estos momentos algunos funcionarios se encuentran vacacionando y esperando las consecuencias en sus respectivas áreas de esta crisis institucional que no encuentra a un líder que la encause, la crisis de la institucionalidad avocada a la infancia lleva mucho mas y ni que hablar que esta crisis es consecuencia de una falta de liderazgo, razón por la cual las alternativas para salir de la misma confieren un cambio de lógica en el accionar.

El mes pasado me comuniqué con el secretario de infancia de la provincia de Buenos Aires pidiendo informe sobre la situación de la infancia en la provincia y la respuesta de siquiera haber leido el mensaje no fue dada (a todo ello podemos mencionar que el referente provincial está entre  los seis contactos que más visitan con frecuencia mi red social facebook).

Si aún hoy la red internet no logra plasmar una lógica articulativa de acción hacia la eficiencia entre integrantes de la acción política es porque nadie ha prestado atención a esta posibilidad con la profundidad que corresponde, con sus herramientas de medición, su georreferenciación y demás complementos que, desde mi punto de vista, es el presente de la acción política.

Mientras un informe nos menciona que por este año de los 7000 millones de habitantes del planeta sólo 2000 tienen acceso a internet, nuestra prédica sobre esta incursión en el aprendizaje organizativo institucional data de una antigüedad donde algunos funcionarios tenían que ir al cibercafé y entrar a nuestro sitio para dejar insultos y amenazas.

Un año donde renovamos nuestra esperanza que por primera vez en la historia de la República Argentina el pais cuente con un defensor de los derechos del niño.

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