Se acaba el "chamuyo" en Argentina?

 

Política influencer

La antigua forma de ascenso en la política en el país se va desmoronando a un ritmo vertiginoso. Ante una conducción carente de convicciones y sin material para ser ejemplo de nada, lo van sustituyendo personajes tan disímiles como una periodista pechugona, un economista mesiánico con preceptos académicos y hasta llegó a competir una vedette bailando entangada frente al Congreso que cautivó muchos votos...

La obediencia bebida va cayendo en desuso ante una dirigencia de la cual todos si se pudieran despegar lo harían pero existen pactos para la permanencia del estatus quo, y es así que continuaremos viendo ridiculeces de nuestros gobernantes a tal punto de pensar como les puede dar la cara para ello...

Los incendios en Corrientes pusieron en evidencia el conflicto político entre provincia y Nación, la importancia de tener ministros capaces, el oportunismo  de ególatras capitalizando un desastre y el silencio de los empleados enquistados en dependencias pensando alternativas de discurso frente al arco de críticas a su sector en particular.

Como se ha podido ver por ahora, parece que la población infantil no existe en Corrientes y nadie presenta un abordaje que trate sus derechos ante un caso semejante. Tal vez mi orientación en PAE (Primeros Auxilios Emocionales) en tiempo de formación para presidir la primer Defensoría de Niñez y Adolescencia de la historia del país me ha abierto el pensamiento en contemplar este tipo de situaciones a modo de pensar en un escenario de abordaje y no quedarme frente a un escritorio esperando que el problema venga y ver de qué forma para recién allí recurrir a la manera de salir parado de la situación...

No es que sepa todo, pero conocer a los profesionales y el excelente capital humano que existe en la República Argentina y al menos pedir ayuda ante este presente escenario podría visibilizar un trato a los derechos de infancia sin antecedentes en la historia. Lamentablemente continuamos con los funcionarios del siglo pasado y su visión institucionalizada que no les permite ver los cambios en la salud mental y los referentes de categoría dispuestos a poner toda su expertise internacional en marcha...

Una Defensoría a cargo de dos abogados institucionalizados desde la rosca del Patronato seguro que reclamarán más plata para luego decir que es poco y nuestros compatriotas correntinitos puedan evidenciar la continuidad de la desidia en materia de derechos de infancia...

Sueño despierto en una realidad de pesadilla buscando la masa crítica que logre transparentar toda una institución prebendaria manejada por ancianos inescrupulosos. Con una reforma institucional que coloque personal idóneo en departamentos críticos con orientación a resultados y no por parentezco o pertenencia a una militancia partidaria que ha demostrado su completa inoperancia.

Es momento de no sentir piedad con quienes no la tienen y exponerlos de forma tal que sus caras no aguanten más el ridículo. Es tiempo de exigir mayor participación exigiendo modelos de gestión que logren al menos evidenciar una estrategia. 

¿Podemos dejar pasar otro año con la misma gestión en materia de derechos de infancia?