La fotografia convierte al arte en "cosa de este mundo"

Hace algunas semanas, a metros del Obelisco,en un seminario titulado "La fotografía como documento social" un profesor del INCAA nos explicaba como el arte de retratar un momento es un documento único que nos acerca a ser partícipes y testigos de un fragmento de realidad "de este mundo" reflejada en esa "cosa" (la fotografía en todos sus aspectos).

Si bien en sus comienzos la posibilidad de réplica no era un proceso facilmente accesible, si lo consideramos con la pintura, la velocidad del retrato y captación sin tomar "retoques" de la ocación hacen de la misma una actividad "de culto" que prontamente fue ganando adeptos abriendo el abanico a mostrar intereses de cada autor dejando constancia de épocas, estilos de vida, moda, comportamientos, etc que pueden enmarcarse como "paradigmas" de una sociedad en tiempo y espacio.

Con la "revolución Kodak" los medios gráficos tomaron a la fotografía como "norma" de dar apoyo al artículo periodístico y lentamente la misma fue adquiriendo vida propia desplazando a las palabras como auxiliares de ella. La posibilidad de copiar con exactitud este "arte" y llegar a quien se detenga a observar y no mirar hace vislumbrar los matices de acuerdo a las competencias y capacidades del observador favoreciendo otra revolución donde los autores van adquiriendo peso y preponderancia y las imágenes van ensanchando el espectro de visión sobre un caso concreto donde el autor llega a sensibilizarnos con la subjetividad de la luces, la inclinación de la toma y un sinfín de variantes propias de la mente de un creador...

En la actualidad, con la revolución digital, la fotografía como "cosa de este mundo" forma parte de la naturalidad con la que nos expresamos y compartimos visiones personales de nuestra cotidianeidad a nuestro alcance que, cuando la volcamos a la red, dejamos al usuario a una libre interpretación de la obra, a veces con algún comentario, otras veces no, dando la posibilidad de formar parte de otra creación, una creación en conjunto, dando paso a "cosmovisiones" generadas por pluralidad de autores resignificando el valor de una imagen y dando paso una infinidad de posibilidades para la creación, prolongándose en el tiempo y en el espacio.

La fotografia de este post data de 110 años de antigüedad en Paris; al lado de una hace unas semanas en Buenos Aires. En estos momentos Wikimedia se encuentra en un concurso mundial de fotografía buscando aumentar sus bases de datos creative commons sobre objetivos específicos y, quien sabe, que creador utilizará las mismas para qué obra en qué tiempo...

Clase II del curso libre